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¿QUE HACER SI SOMOS VICTIMAS DE UN ASALTO?
De entrada es importante aclarar que prevenir siempre es más barato que reaccionar, en la seguridad se dice que cuando tenemos que reaccionar es porque ya perdimos. Si un aparato de seguridad no puede prevenir un incidente, no sirvió de nada. Dicho esto, y tomando en cuenta que ningún sistema de seguridad es 100% eficiente, tenemos que contemplar la posibilidad de caer presa de la delincuencia dispersa y hay que saber cómo comportarnos.
1. Momentos. La seguridad se basa en momentos, cada momento dentro de esta tiene una manera adecuada de actuar; hay momentos de prevención, de planeación, de alerta, de acción o evasión, de rendición y finalmente de negociación. El confundir estos momentos es muy peligroso y es donde la mayoría de los incidentes terminan mal.
2. Acción o Evasión, si ya nos falló nuestro sistema de seguridad y nos hemos percatado de que estamos próximos a caer víctimas de un delincuente, este es el momento en el que podemos huir o hacer algo para elevar el factor de riesgo para este, a través de llamar la atención. Sin embargo este momento es mucho antes de que el delincuente nos haya amenazado.
Este momento es cuando vemos una situación que no nos gusta o que nos parece sospechosa o fuera de lugar y entonces decidimos evadir a través de tomar otra ruta, o hacer algún movimiento que haga que los delincuentes abandonen sus plan de atacarnos.
Confundir este momento con un momento de rendición es la razón más común por la que los ataques terminan es agresiones violentas e incluso en la perdida de la vida.
3. Rendición. El momento de rendición es cuando el delincuente ya ha llegado hasta donde estamos, y ha amenazado con hacernos daño físico si no cumplimos con alguna demanda que nos ha hecho. Este es el momento más peligroso, ya que si en este momento tratamos de evadir lo más probable es que este dispare o nos agreda físicamente.
¿Qué hacer en estas circunstancias?
a. Conservar la calma; la histeria o falta de concentración pueden escalar violencia en este momento; hay que estar muy atentos a lo que se nos pide.
b. No hacer movimientos bruscos; si el delincuente nos pide la cartera y hacemos un movimiento brusco hacia el pantalón, puede provocar desconcierto en el atacante llevándolo a agredirnos físicamente anticipando que pudiéramos defendernos.
c. Repetir lo que el delincuente ordene; si este pide algo, hay que repetirlo para darle a entender que entendimos la orden y que estamos en proceso de acatarla, incluso articular con palabras cada movimiento que vayamos a hacer a fin de que el conserve la calma.
d. No mirar al atacante directamente a los ojos; En primer lugar, lo más probable es que aunque así lo queramos, no nos vamos a acordar de la cara de este después del hecho; pero por otro lado y lo más importante: el ver directamente a los ojos a otra persona es una señal de reto, y en este caso lo que menos queremos es escalar violencia.
e. Tranquilizar a niños; si venimos con niños, es importante tranquilizarlos, y evitar que estos por nerviosismo o miedo pudieran hacer algo que provocara al atacante, incluso es importante evitar que estos los vean directamente a la cara.
f. No intente negociar; este no es un buen momento para poder negociar las órdenes del atacante, durante este periodo de tiempo el atacante está tomando control de la situación y sus niveles de adrenalina no le permiten racionalizar las cosas. En un momento de rendición es importante simplemente dejar que este tome control de la situación. Posteriormente vendrá un momento de negociación.
4. Con niños. En el caso del robo de un vehículo, lo más probable es que el atacante no quiera el riesgo añadido. Lo primero es conservar la calma y hacer saber al atacante que lleva niños en el vehículo y pedirle que le permita bajarlos. La probabilidad es que este desista y busque una nueva víctima, o en su caso nos obligara a bajar a los niños antes de huir.
5. Momento de negociación; ya que delincuente haya tomado control de la situación, entonces si puede ser un momento de negociación. Cuando este ya tomo control de la situación, y se encuentra más calmado es momento para dialogar con él. Como ejemplo, si este ha pedido que lo llevemos a nuestra casa, este es el momento para decir que mejor vamos a la oficina o al banco porque en la casa hay un guardia de seguridad y cámaras y que no queremos que eso pudiera ocasionar problemas adicionales. (Es importante ser creíbles en este proceso, de lo contrario solo se escalara violencia).
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