Subviraje y Sobreviraje: Claves para Comprender la Pérdida de Control al Conducir

Imagina que vas por la carretera y sin previo aviso te topas con un objeto en tu camino o algún vehículo detenido frente a ti, tomas la decisión de esquivarlo girando bruscamente hacia la izquierda, para luego regresar hacia la derecha a tu mismo carril. Este efecto péndulo causará que el vehículo pierda adherencia en el eje trasero, patinando hacia un lado, y hacia el otro sin control, provocando en el mejor de los casos un trompo, o en el peor de los casos una volcadura (si es un vehículo con el centro de gravedad alto).

La mayoría de los accidentes en carretera en los que el conductor perdió el control fueron por Sobreviraje, esto se da fácilmente debido a transferencias de peso agresivas. Y a diferencia de otras técnicas, el recuperar una pérdida por sobreviraje no es algo intuitivo, es una habilidad creada a través de la práctica, por ende, un conductor sin experiencia en esta situación estará en serios problemas.

La pérdida de control de un vehículo es una de las situaciones más desafiantes para cualquier conductor. Cuando escuchamos que alguien menciona que "perdió el control" y sufrió un accidente, es importante entender qué significa esta frase en términos de dinámica de manejo.

Existen tres condiciones de manejo:

• Control
• Pérdida de control
• Fuera de control

En cada una de estas, el comportamiento del vehículo puede variar considerablemente. Entre las manifestaciones más comunes de la pérdida de control se encuentran el subviraje y el sobreviraje, dos fenómenos que, aunque distintos, pueden ser peligrosos si no se manejan correctamente.

¿Qué es el Subviraje?

El subviraje ocurre cuando el vehículo gira menos de lo que el conductor desea. En otras palabras, las llantas delanteras pierden adherencia al suelo y el coche tiende a seguir una trayectoria recta, aunque se esté intentando girar. Esto suele suceder al entrar en una curva con demasiada velocidad, lo que provoca que las llantas delanteras no puedan sostener la tracción necesaria para seguir la curva.

La mayoría de los vehículos comerciales tienden a subvirar por diseño, ya que, dentro de los escenarios de pérdida de control, el subviraje es más fácil de manejar. Ante un subviraje, la solución más efectiva es reducir la velocidad, dejando de acelerar y permitiendo que el vehículo recupere la adherencia de las llantas delanteras para volver a tomar el control.

¿Qué es el Sobreviraje?

El sobreviraje es una condición de manejo más complicada. Se manifiesta cuando el vehículo gira más de lo que el conductor intenta, es decir, las llantas traseras pierden adherencia y el coche tiende a girar más allá de lo deseado. Esta situación puede ser particularmente difícil de corregir, ya que requiere una coordinación precisa entre la vista, las manos y el volante.

Cuando un conductor experimenta un sobreviraje, es fundamental que mantenga la vista en el punto al que quiere dirigir el vehículo, no en el obstáculo que intenta evitar. Esto se debe a que las manos tienden a seguir la dirección de la vista, lo que puede llevar al vehículo hacia el obstáculo si no se maneja correctamente. Mantener la vista en el objetivo y ajustar la dirección del volante hacia ese punto ayuda a recuperar la estabilidad del vehículo.

Causas del Subviraje y Sobreviraje

Tanto el subviraje como el sobreviraje suelen ser provocados por una mala distribución del peso dinámico del vehículo, es decir, cómo el peso se transfiere de un eje a otro durante la conducción. Al acelerar, el peso se desplaza hacia las ruedas traseras; al frenar, hacia las delanteras. Un manejo brusco del volante o cambios de velocidad repentinos en una curva pueden causar que el peso se desplace de manera abrupta, generando pérdida de adherencia en uno de los ejes.

• Subviraje: Es común cuando se entra demasiado rápido en una curva y las llantas delanteras no pueden mantener la fricción estática, lo que provoca que el vehículo tienda a seguir recto. La solución es reducir la velocidad para que las llantas delanteras recuperen tracción.

• Sobreviraje: Ocurre frecuentemente por una transferencia de peso agresiva hacia adelante, lo que aligera las ruedas traseras y causa que estas pierdan adherencia. Esto puede suceder al frenar bruscamente mientras se gira o por una aceleración descontrolada en medio de una curva.

La Importancia del Entrenamiento para Recuperar el Control

Una de las claves para manejar correctamente el subviraje y el sobreviraje es la experiencia y el entrenamiento. Un conductor sin experiencia, al enfrentar una situación de pérdida de control, puede entrar en pánico, lo que limita su capacidad de respuesta. En cambio, un conductor entrenado ha desarrollado la "memoria muscular" y la comprensión de cómo reaccionar ante estas situaciones, aumentando la probabilidad de recuperar el control del vehículo.

El entrenamiento especializado en técnicas de manejo y la comprensión de la dinámica de la conducción permiten a los conductores reaccionar de manera adecuada ante situaciones de subviraje y sobreviraje, reduciendo el riesgo de accidentes. En este sentido, el conocimiento de las dinámicas del vehículo y la práctica en condiciones controladas pueden ser la diferencia entre un accidente grave y una recuperación exitosa del control.

Conclusión

Entender los conceptos de subviraje y sobreviraje es esencial para cualquier conductor que quiera mejorar su habilidad al volante y aumentar su seguridad. La capacidad de reconocer y manejar estas situaciones de pérdida de control puede prevenir accidentes y salvar vidas. Por eso, invertir en un entrenamiento adecuado y en la comprensión de la física detrás de la conducción es una medida fundamental para cualquier conductor, ya sea profesional o aficionado. La ciencia del manejo no solo se trata de saber operar un vehículo, sino de entender sus límites y cómo interactuar con ellos de manera segura.

Te puede interesar: Manejo Evasivo y Prevención de Accidentes para Ejecutivos y Familias