¿Entrenamiento en carretera frente a entrenamiento en pista?

¿Cuál es mejor cuando se trata de salvar vidas?

Una publicación reciente de LinkedIn inició una conversación entre las principales organizaciones de formación profesional de conductores.

1) En los cursos de conducción en carretera limitan el aprendizaje de los conductores y la evaluación de sus capacidades (de aquellos que están dentro de las condiciones y circunstancias de conducción "normales").

Ese enfoque no puede, no ha proporcionado, y nunca proporcionará a los conductores el conocimiento, la habilidad y la capacidad de manejar con éxito situaciones de emergencia (como accidentes o incidentes relacionados con la seguridad) ya que el conductor/vehículo no puede ser operado conforme al rango más alto ni igualar el potencial máximo del desempeño necesario, no en términos de velocidad, sino en términos de frenado y curvas; además tampoco proporcionan al conductor un punto de referencia experiencial para sus propias limitaciones.

2) Eso no quiere decir que esos cursos sean inservibles o innecesarios. Al igual que con la formación de cursos cerrados, un curso "en carretera" BIEN diseñado y ejecutado CORRECTAMENTE tiene un lugar y un propósito. Lo que NO son, y nunca lo serán, es una solución para reducir a cero los accidentes de tráfico y las lesiones/fatalidades relacionadas.

4) Cualquier afirmación de que los cursos de carretera son el ÚNICO entrenamiento de conductor válido o necesario se basa en la falsa suposición de que un conductor que aplicó correctamente técnicas de conducción defensiva válidas nunca necesitará habilidades de conducción evasivas. ¿Por qué esa suposición (o, tal vez, la fantasía de un instructor de conducción defensiva dado) es demostrablemente falsa? Porque a menos que el 100 % de los conductores, es decir, cada conductor o vehículo en una carretera dada, estén aplicando esas técnicas válidas correctamente, en vehículos debidamente mantenidos y mecánicamente sólidos, de acuerdo con cambios extremadamente rápidos en el entorno y las circunstancias, SIEMPRE existe el potencial extremadamente alto de que el conductor defensivo diligente se encuentre en una situación en la que ninguna cantidad de conocimiento ó habilidad evitarán una colisión (ya sea con un objeto fijo, un vehículo en movimiento o un peatón).

Este es un hecho confirmado por las estadísticas de accidentes en regiones, países y lugares donde un porcentaje significativo de la población que conduce, de hecho, ha participado en cursos de capacitación de conductores defensivos de carretera. En esos casos relativamente raros, si bien no puede haber duda de que cuando grandes porcentajes de conductores están entrenados en técnicas de conducción defensiva, las tasas de accidentes disminuyen, nunca en la historia del entrenamiento de conducción defensiva ha habido un caso en el que la tasa de accidentes haya caído a cero. Ni siquiera en entornos cerrados en donde los accidentes pueden ser extremadamente raros como en lugares de trabajo, instalaciones gubernamentales, etc.

5) En aquellos casos en los que un conductor ADECUADAMENTE entrenado en técnicas de conducción defensiva se pone en una situación que excede el potencial de que un accidente se evite mediante la aplicación de las habilidades de conducción defensiva tradicionales, muy a menudo habiendo sido colocado en esa posición precaria por un conductor que no tiene esas habilidades particulares; que prácticamente describe a la gran mayoría de los conductores en TODOS los entornos de conducción abiertos en todo el mundo. ¿Cómo lo sabemos? Solo mira las estadísticas de accidentes (particularmente entre los conductores que se han sometido a entrenamiento de conductores defensivos; sí, el número de accidentes se reduce, pero en esos entornos abiertos nunca, nunca está en cero.

6) La segunda suposición falsa entre los instructores de conducción defensiva que son demasiado cerrados para reconocer la limitación inherente a las técnicas que enseñan es el simple hecho de que incluso los conductores defensivos altamente capacitados, altamente calificados y extremadamente diligentes, en ocasiones, cometen errores (después de todo, errar es realmente humano… y a pesar de su entrenamiento de conductores, algunos conductores son más humanos que otros).

Y cuando cometen un error, como muchos inevitablemente lo harán, si su entrenamiento se limita únicamente a las técnicas de conducción defensiva, simplemente no poseen el conocimiento, la habilidad y la capacidad necesarios para superar ese error y, por lo tanto, a pesar de su entrenamiento, chocan con las cosas. Una vez más, este es un hecho confirmado por los datos, no por la suposición o algún intento inculto o equivocado de inflar el valor de un enfoque de la seguridad del conductor sobre otro, en lugar de reconocer que, como demuestran los hechos y los datos, un enfoque de formación integral del conductor es la clave para reducir significativamente las lesiones y muertes relacionadas con accidentes.

7) Por la necesidad creada por las realidades del mundo, la abrumadora mayoría de los conductores operan un vehículo en - para los efectos de esta discusión llamémoslo el MUNDO REAL - si el objetivo es efectuar disminuciones significativas y sostenibles en las estadísticas de accidentes (en lugar de perpetuar las fuentes de ingresos promoviendo un resultado final que sea evidentemente inalcanzable), ese enfoque de formación integral debe incluir una capacitación de curso cerrado correctamente diseñado e implementado que incorpore lo siguiente:

• Una comprensión definitiva, por parte del instructor, de una amplia gama de características y limitaciones de rendimiento relevantes de los vehículos en términos de curvas, frenado y/o capacidades de curva y frenado compuestos.
• Diseñado adecuadamente, desde un punto de vista técnico, ejercicios de conducción que replique de cerca las características o factores que contribuyen al riesgo de un accidente, es decir, tiempo limitado, distancia limitada y espacio de maniobra limitado.
• Incorporar parámetros científicamente válidos para el tiempo de reacción del conductor y las técnicas que sirven para minimizar ese tiempo de reacción.
• Indicadores visuales que dicten el tiempo de reacción disponible, la toma de decisiones rápidas y reduzcan tanto las inherentes como las potenciales afectaciones de cualquier tipo de entrenamiento de manejo.
• La utilización de un enfoque eficaz que aumente la aplicabilidad, disponibilidad y sostenibilidad de las habilidades desarrolladas en el entorno de entrenamiento a las emergencias detrás del volante del mundo real.
• El conocimiento, la habilidad y la capacidad, por parte de los instructores, para interpretar los factores de rendimiento humano y la ciencia de la dinámica de los vehículos para convertirla en información que el estudiante puede asimilar y aplicar para mejorar su capacidad y competencia para manejar emergencias al volante.
• La capacidad de ser científicamente, objetivamente y legalmente defendible para medir, comparar y demostrar el desempeño de un conductor en un vehículo con potencial de rendimiento conocido.

• También requiere una inversión de tiempo y energía por parte del instructor para:

A) Comprender no solo las teorías subyacentes, sino también las realidades legítimas del rendimiento humano y del vehículo.

B) La capacidad de proporcionar comentarios claros y concisos a un conductor sobre su rendimiento individual.

Además otro punto importante a tener en cuenta es el siguiente:

La Organización Mundial de la Salud afirma que el 93 % de las muertes en las carreteras del mundo ocurren en países de ingresos bajos y medios, a pesar de que estos países tienen aproximadamente el 60 % de los vehículos del mundo.

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Es fundamental tener en cuenta que hay una gran diferencia de un país a otro en la forma en que se consiguen las licencias de conducir. Muchos países ofrecen formación inicial de conductores de calidad inferior o muy rudimentaria, mientras que otros pueden obtener su licencia de conducir sin ninguna formación inicial de conducción en absoluto.

Esto a menudo no se tiene en cuenta cuando los instructores de conducción internacionales visitan estos países y a menudo asumen que todos han alcanzado los mismos estándares de formación de conductores que los países de Europa, EE. UU., etc.

Nuestra opinión frente a este tema es el siguiente:

1.- Cualquier entrenamiento debe estar basado 100% en técnicas de entrenamiento respaldados por ciencia, utilizando instrumentos tecnológicos de medición que garanticen que se generen habilidades reales, para aplicaciones reales para que pueda aplicar a cualquier humano sin importar país o entrenamientos pasados.

2.- Crear indicadores claves de rendimiento que sean imparciales que realmente puedan medir los avances, errores y avances sobre el estudiante.

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